viernes, 24 de febrero de 2012

viernes, 10 de febrero de 2012

Comunicación Gubernamental en power point

El Gobierno de Mariano Rajoy está marcando diferencias en la comunicación gubernamental. La elección de Soraya Saéz de Santamaría como ministra portavoz ya aseguraba una comunicación directa y eficaz por parte del Gobierno, debido a las cualidades demostradas por esta política durante la pasada legislatura en sus enfrentamientos con su antecesora en el cargo. Pero esto no ha hecho más que empezar.

Con motivo del cumplimiento de sus primeros 50 días de Gobierno (¿quién dijo 100?), ha publicado en su página oficial un documento en el que desgrana los principales cambios y reformas estructurales que ha iniciado en tan breve espacio de tiempo.


Este documento, elaborado a través de presentaciones de diapositivas bajo un conocido programa llamado power point, describe en 20 páginas los acuerdos iniciados por los distintos Consejos de Ministros del joven Gobierno: ajuste presupuestario y ley de estabilidad y sostenibilidad financiera de las Administraciones Públicas, saneamiento del sector financiero y medidas urgentes para la reforma del mercado laboral. Igualmente, enumera la actividad presidencial más destacada tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Pero no ha sido el primer power point que salía hoy de La Moncloa.




Previamente, el Consejo de Ministros quizá más esperado desde la toma de posesión el pasado mes de diciembre, el del anuncio de la reforma laboral, se basó en otra presentación en power point para justificar y explicar los principales cambios que se introducían en dicha reforma. Este otro documento de 23 páginas acompañó la explicación de la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante la rueda de prensa posterior a la asamblea ministerial.

No soy seguidora de las ruedas de prensa del Consejo de Ministros, pero a tenor de lo que se iba publicando en Twitter, la decisión de apoyar la intervención en un documento así ha causado sorpresa entre los comunicadores. No era la primera rueda de este tipo que se producía así. La del 30 de diciembre -en la que conocimos, entre otras cosas, la subida temporal de impuestos-, ya contó con este tipo de presentaciones en diapositivas.

No se han cumplido ni 100 días cuando este Gobierno de Rajoy ha marcado grandes cambios en la comunicación institucional y gubernamental de nuestro país. Algunas de ellas deben ser puestas en cuarentena en cuanto a la estrategia y la táctica utilizada, como es la aparente evasión de los encuentros con periodistas por parte del presidente -y más si son abiertos a preguntas-. Pero ésta otra parece apostar más por  la apertura, claridad y calidad en la información gubernamental (a pesar de las críticas que este formato de diapositivas tiene entre los comunicadores). Todo parece indicar que el Gobierno de Rajoy comunicará más de una vez a través de power point.

Nada que objetar. Sólo voy a detenerme en un pequeño detalle. El próximo power point que salga de Moncloa, que cambie su nombre antes de ser enviado a los medios o publicado en la web. De esta manera no podremos saber que el documento definitivo no fue aprobado hasta su tercera edición. ¿Por qué si no habría de llamarse "El Cambio versión 3"? ;)

jueves, 9 de febrero de 2012

Andalucía: con las vergüenzas al aire

No me extraña que durante tantos años se hayan celebrado con las generales. El hecho de que el país entero pueda estar pendiente del debate andaluz ante unas elecciones autonómicas era un error como bien sabía Chaves. Por eso rehuía de separar nuestros comicios de los de la nación. Anda, que como se enteraran en el resto de España lo que aquí pasaba...

Lo malo, es que ahora no ha habido más remedio que separar. El 20-N, con el desgaste que Zapatero provocó a la marca PSOE, era un fracaso anunciado. Separarlo unos meses suponía albergar una doble esperanza: por un lado, que algo de 'eso' que había hecho tanto mal se hubiera marchado ya para siempre -seguro, tras el anuncio de la no reelección a presidente de ZP-; por otro, se confiaba en que la tijera del PP se hubiera dejado sentir notablemente sobre la población y hubiera servido para enarbolar la temida bandera de "¡Que viene la derecha!".

Lo peor, que ahora todos saben lo que aquí ha ocurrido durante tantos años: clientelismo, subvenciones, despilfarro, amaño de ERES, desviación de fondos públicos... Y es una vergüenza. Por que si esto ha ocurrido durante tantos años en esta tierra, es porque ha habido mucha gente que ha consentido. Muchas personas afectadas, silenciadas por el poder del cochino dinero. Muchos andaluces conocedores de los fraudes, callados por sacar el beneficio de un favor. Muchos corruptos, en definitiva, que sabiendo las trampas callaron, convivieron o consintieron que el mal se produjera, se mantuviera o no se denunciara.



Por que igual que ahora sabemos, debimos conocer antes. Igual que ahora denuncian, debieron hacerlo con anterioridad. Del mismo modo que aparecen informes anónimos sacados de los despachos de la Junta de Andalucía, debieron haber salido hace tiempo y no cuando tocaron y enfadaron al colectivo al que pertenecen los denunciantes.

Y eso me avergüenza. Porque puede hacer que se acepte que en Andalucía se funciona así. Que aquí hay mucho corrupto. Y que demasiada gente calla, no por no poner en peligro su vida (como ocurre con los municipios italianos que conviven con la mafia, por ejemplo), sino por no perder la situación que han logrado.

Se supone que separar el debate andaluz ha sido bueno. Se supone que es probable que cambie el color político en Andalucía y se pondrá fin a lo que podría considerar un "régimen" que se ha mantenido durante 30 años en esta tierra. Se supone que deberíamos alegrarnos de que ahora se sepa la verdad y vayan a juicio los culpables. Pero yo no me alegro. Nuestra imagen está en juego. Y, además, no me creo que los culpables hayan sido sólo unos pocos.