Miedo me da pensar cómo puede ser el portal único de Internet que el gobierno está planteando hacer para unificar todos los trámites y servicios. Es uno de los consejos de la comisión para la reforma de las administraciones públicas (CORA) que se recoge en el informe auditoría en el que Rajoy está basando su reforma para adelgazar el Estado.
De acuerdo. Es necesario adelgazar el conjunto de la Administración Pública. Y es deseable que un único portal de Internet sea capaz de aglutinar todas las gestiones burocráticas necesarias para los ciudadanos. Pero miedo me da. Con lo farragosos que son los trámites administrativos ¿van a ser capaces de trasladarlos a una web con lenguaje de la calle?
No sé si te ha pasado, pero llegar a un servicio público (ya sea estatal o autonómico) a realizar cualquier gestión, supone antes que debes pasar por una máquina expendedora de turnos. Y de repente estás en el borde del precipicio. ¿Cuál de todos esos "palabros" es lo que yo vengo a hacer aquí? Imposible aclararse sin preguntar a cualquier técnico que se deje consultar. A veces el guardia de seguridad de la puerta es capaz de decirte qué botón debes pulsar. Y entonces te empiezas a sentir un tanto lelo.
Pero no. No somos lelos. Es que en la Administración Pública se empeñan en hacer difícil lo fácil. En llamar de manera compleja las cosas más sencillas. Y lo malo es que es contagioso. Sólo en el informe de la CORA anterior ya cita en varias ocasiones los trámites añadiéndoles el término "digital" o "electrónico". Vamos a ver, si lo estoy haciendo a través del ordenador es evidente que cualquiera de estos dos términos sobran. ¿No nos entenderíamos mejor usando sólo las palabras necesarias?
Y claro que da miedo. Si el tener una firma electrónica hoy por hoy no me evita acudir en persona a numerosos trámites administrativos, es porque cuando intento hacerlos por la web me enfrento a la dificilísima tarea de adivinar en cual de las múltiples pestañas, epígrafes, enlaces y demás encontraré el trámite que estoy buscando. Sólo los usuarios avanzados, los acostumbrados a realizarlos en la oficina, los que ya se hayan estrellado con la web anteriormente y no hayan sucumbido al reto, serán capaces de entender los pasos que deben realizar y en qué lugar se encuentra la información que buscan.
Hablamos de usabilidad. Pero no sólo. También de lenguaje. Del sencillo. Del que usamos los que navegamos por Internet: los que conocimos la receta en papel y que hoy sólo usamos la electrónica. Pero también están aquellos que no han conocido otra manera de hacer las cosas, los nativos digitales y muchos emigrantes analógicos. Y estamos acostumbrados a la sencillez, a la navegación intuitiva, a la claridad y simplicidad, a que tecnología signifique facilidad y no suplicio. ¿Has intentado alguna vez hacer una gestión por la web de la Seguridad Social? ¿Y en la de Hacienda algo que no sea la declaración de la renta? ¿Has tenido que "encontrar" alguno de los trámites electrónicos que se pueden hacer desde Empleo? ...¿Verdad que tengo razón?
viernes, 21 de junio de 2013
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