Atención señores políticos: peligro. Se ha abierto la veda. La pasada manifestación del 15 de mayo, que se celebró simultáneamente en 50 ciudades españolas, ha supuesto la entrada en el debate público de algo que se ha venido gestando en Internet y en las Redes Sociales en los últimos meses. Ya hay movimiento 15-M.
Desde que se iniciara el avance de la Ley Sinde, los internautas se movilizaron y unieron en torno a un manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet. Poco después, la ley fue aprobada en el Parlamento en una segunda vuelta, ya que la primera vez fue rechazada. A raíz de este acuerdo entre los grandes partidos políticos, nació la plataforma No les votes, solicitando acabar con el bipartidismo en nuestro país, que lograba sacar adelante proyectos que no interesaban a la ciudadanía pero sí a la clase política. Junto a ella, otras muchas como Yo también estoy Indignado, Democracia Real Ya, y otros movimientos ciudadanos que asociados o de manera independiente han decidido apoyar a los que han alzado la voz y salido a la calle.
Pero como era previsible, este movimiento ya ha sido etiquetado "de izquierdas" y no tardará en ser instrumentalizado por algún que otro partido político. De hecho la izquierda, ya ha empezado a hacer guiños electorales al movimiento 15-M, según publica El País -no, si ya se sabe, que aquí tonto el último-. Desde el Partido Popular se mira con recelo hacia la Puerta del Sol, pero se defiende el espíritu de servicio de tantos que dedicaron su vida a la política -sí, vale, de acuerdo: ha habido, hay y habrá gente válida en política. Pero, ¿es posible que haya más de los que abusan de su posición y viven apoltronados en sus escaños?-. Desde el PSOE, como no podía ser de otra manera, se ve con simpatía un movimiento liderado por jóvenes -quizás les recuerde a sus tiempos estudiantiles-. Pero en realidad, todavía no se han enterado de nada. O se hacen los suecos, que es peor.
Y mientras tanto los ciudadanos, pensamos en las muchas injusticias que hemos asimilado como normales en los últimos años. En los múltiples casos de corrupción de los que hemos tenido noticias. En los gobiernos que pactaron las listas menos votadas expulsando al que eligió la mayoría. En las veces que votamos con la nariz tapada por aquél candidato perdido en medio de una lista que, o bien era el único que merecía nuestro voto o al contrario nos invitaba a dejarla de lado. En los años y años que repitieron siempre los mismos en las listas electorales, sin dejar el paso a otros. En los miles de votos que no se vieron reflejados en escaños por la dichosa Ley D'Hont. En el absurdo día de reflexión en el que ningún cartel electoral es retirado de las farolas, ningún periódico deja de publicar noticias de política y por supuesto ninguna página web con contenido político deja estar colgada en la web.
Tiemblen, señores políticos. Sí, tiemblen. Aunque nada cambie. Aunque seamos conscientes de la realidad, que todas las propuestas que se piden para la regeneración democrática quedarán en papel mojado. Que ninguna de ellas beneficia a la clase política y por tanto nunca serán aprobadas. Y que como nadie de fuera de su círculo es capaz de llegar al poder para cambiarlo, es del todo improbable que prospere, confirmándose aún más el poder oligárquico de los grandes partidos.
Pero deben temer. Porque esto no ha hecho más que empezar. Y el 15-M pasó, y la acampada de Sol se desalojó. Pero ya hay convocadas nuevas concentraciones. Quizá el cambio ya esté en marcha.
Nombres de usuario, contraseñas… y testamentos digitales
Hace 12 horas
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