jueves, 21 de julio de 2011

La marcha de Camps

Todo el mundo la esperaba. Sobre todo Rajoy. Pero ha llegado tarde.

El hasta ayer presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, ha dimitido para poder sentarse en el banquillo de los acusados y demostrar su inocencia. Justo después de que otros dos altos cargos del PP valenciano se declararan culpables para zanjar el asunto con el pago de una multa. Pero él no. Dice que se va para no hacer daño al partido, pero defiende su inocencia: irá a juicio porque "no han conseguido encontrar nada (...) no han podido demostrar nada". Y porque así podrá limpiar su nombre demostrando su inocencia.

Vale, pero tarde. Dos meses tarde, para ser más exactos. El gesto de Camps de aferrarse a su honor e inocencia -por no reconocerse culpable, pagar la multa como sus compañeros y evitar el juicio- habría sido muy diferente si no hubiera encabezado la lista autonómica del PP valenciano. Vale que ahora puede defenderse sin ataduras. Pero también ahora sus votantes se han quedado sin el presidente que votaron hace sólo dos meses.

Desde mucho antes de que se celebraran las elecciones, se sabía o intuía que esto podía acabar así. No deberían  haberle dejado que se presentara. No han pasado ni 60 días. ¿Cómo no va a dejar la ciudadanía de creer en el sistema político actual si se juega de esta manera con su voto? Luego habrá quien diga que no entiende a los Indignados y a los del 15-M. ¿De verdad que no?

Hay quien piensa que estaba todo maquinado y orquestado de antemano, para hacerlo coincidir con la precampaña nacional y andaluza. Es posible. A estas alturas una ya piensa mal constantemente. Pero si es así, el daño que se le ha hecho a la credibilidad de nuestro sistema democrático es brutal.

Igualmente he de decir, que muchos otros imputados o bajo sospecha, deberían tomar ejemplo de la decisión tomada (del momento no, por favor; hace falta más celeridad). No estamos acostumbrados en este país a ver dimitir a nuestros políticos.

Pero una cosa está clara. Con listas abiertas, ni Camps ni otros muchos hubieran repetido en las elecciones. De eso no cabe la menor duda. Este país necesita una regeneración democrática. Urgentemente.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario