La presencia en redes del partido revelación no sólo permitió la
participación ciudadana y la articulación y organización de los círculos:
también sirvió para dar a conocer los actos de campaña del partido. Para
recaudar fondos a través de diferentes campañas de crowdfunding. Y, lo que es más
importante, para aprovechar el tirón mediático de su cabeza de lista y terminar
de asociar la figura de Pablo Iglesias con el desconocido nuevo partido
político Podemos.
En definitiva, materializaron en tan sólo cuatro
meses, y a través de una persona muy visible y un partido desconocido, lo que
sería un perfecto manual de campaña electoral a través de las redes sociales.
Utilizaron un lenguaje llano, directo, de la calle y que se mantenía abierto a
la escucha activa: sus mensajes parecían invitar a
participar en el debate porque hablaban su lenguaje, porque no imponía
cuestiones categóricas y porque recogían el malestar ciudadano expresado en las
calles durante los asentamientos del 15-M. Utilizaron las redes para lanzar un
mensaje de esperanza frente al hastío de la situación política, económica y
social. Para movilizar grandes masas bajo un lema potente que calaba y que era a la vez la propia marca del
partido: “Podemos”. Aunque no era original, ya que el potente eslogan y nombre del partido es una traducción del que hiciera triunfar a Barack Obama en las presidenciales de 2008, el ya para siempre famoso “Yes, we can”.
Utilizaron las redes, igualmente, para movilizar a
sus simpatizantes, para darse a conocer a otros nuevos gracias al efecto red,
para publicitar sus acciones offline, para lograr la implicación en la calle de
sus simpatizantes. Y, sobre todo, para organizar desde el comienzo del
movimiento las bases del partido gracias a la formación de los círculos
asamblearios de los que se compone la organización de Podemos. De hecho, su estrategia en Facebook fue
fundamental para el crecimiento de su propia organización: concibieron esta red social (y otras) como verdaderos espacios de
articulación de participación ciudadana, permitiendo la formación de los
círculos que son la base de la nueva formación política. En muchos casos, y
según ha reconocido la propia organización, se creaban antes los grupos de los
círculos locales en Facebook que las propias reuniones físicas de sus miembros.
Presencia en Twitter
Especialmente acertada fue la presencia en Twitter
del cabeza de lista, Pablo Iglesias. Claro que, teniendo en cuenta que su
perfil no fue abierto con fines exclusivamente electoralistas –lo tiene activo
desde noviembre de 2010-, puede considerarse que casi es un nativo digital. Y
eso siempre es una ventaja. Sobre todo porque entiende y cree en la
comunicación a través de las redes. De hecho, en sus mensajes se palpa el conocimiento
del medio que utiliza y del público al que se dirige. Además tiene la habilidad
de mimetizarse con las preocupaciones de su audiencia y saber redirigirlas
hacia su propuesta política -a veces con tanta destreza que su ideología pasa
desapercibida para gran parte del público general-.
La estrategia de Podemos en Twitter, que fue sin
duda la mejor campaña desarrollada en las europoeas, logró entre otras cosas la
movilización de sus simpatizantes pasando de las acciones online al offline
para acudir a actos de campaña. En una ocasión pasaron de solicitar retuits
para difundir sus ideas a pedir que se diera a conocer el partido fuera de las
redes: fue la campaña etiquetada con el hashtag #DifundePodemos. En ella pedían a los simpatizantes que colgaran
grandes carteles con el logotipo del partido en ventanas, balcones o fachadas,
que portaran camisetas serigrafiadas o decoraran su vehículo con un simple
cartel de apoyo. El objetivo, superar el desconocimiento de la marca del
partido que existía en la sociedad, ya que apenas se invertía en publicidad y
para los medios eran unos auténticos desconocidos.
Otro ejemplo fue la acción llevada a cabo a mitad de
campaña para conseguir más fondos económicos y autofinanciarse. Bajo la
etiqueta #SinBancosPodemos, argumentaban su independencia y solicitaban
pequeñas aportaciones económicas, no anónimas. Fue una acción exitosa de crowdfunding, al más puro estilo Obama,
por no querer depender de los servicios financieros de la banca, a la que
acusan de ser los causantes de la crisis por su especulación.
También, a sólo unos días del cierre de campaña, el hashtag #CartaPodemos logró que sus simpatizantes difundieran dentro y
fuera de las redes -imprimiendo y repartiendo- la carta electoral en la que
Pablo Iglesias pedía el voto a los ciudadanos. Este tipo de acciones lograron
no sólo un ahorro económico en la difusión de su marca, sino además un mayor
compromiso en emisores y receptores gracias a la confianza que genera la
recomendación de un conocido.
Igualmente, hay que reseñar la acción llevada a cabo
el último día de campaña pidiendo la propagación de mensajes de apoyo a Podemos
a través de Whatsapp, de teléfono a teléfono, para llegar a todos los conocidos
de los simpatizantes y que, éstos a su vez, lo difundieran entre los suyos
propios. Una campaña especialmente dirigida a los más jóvenes, utilizando todo tipo de emoticonos y adaptando a la perfección el mensaje al medio. Esta acción recuerda
–sin que tenga ningún tipo de vínculo- al efecto red que produjo la cadena de
SMS del “pásalo” tras los atentados del 11-M. De hecho, este hito de la historia electoral española es considerada por muchos como el preludio de la política 2.0 por su capacidad para movilizar a los ciudadanos a través de la utilización de recursos tecnológicos. Aquélla vez fue capaz de dar la vuelta al resultado de unas elecciones que el partido en el gobierno daba por ganadas. En esta ocasión fueron la gran sorpresa de la contienda electoral. Con tan sólo 4 meses de vida lograron convertirse en la cuarta fuerza más votada por los españoles, contabilizando más de 1.200.000 votos.
Otro de los grandes hitos del partido de Pablo
Iglesias durante la campaña a las europeas fue la de lanzar numerosos hashtag con el objetivo de ser Trendic Topic (TT) y que ninguno de ellos sufriera el temido efecto boomerang que suelen sufrir la mayoría de los partidos en Twitter y que hemos visto aquí en numerosas ocasiones.
Al contrario, sus etiquetas lograron colocarse entre las más tuiteadas durante
gran cantidad de horas prácticamente todos los días de la campaña. Así,
#Podemos1000razones fue TT el primer día de campaña durante 9:15 horas; #DifundePodemos lo fue el 16 de mayo durante 3:30 horas; #VotandoPodemos, el día 22
durante casi 11 horas; #SinBancosPodemos estuvo entre los términos más usados
el 23 de mayo durante casi 5 horas y #Podemos25M el mismo día de las
elecciones durante 12 horas y media.
Y desde entonces hasta ahora, ésto no ha hecho más que continuar y crecer. Queda aún mucho por ver.
muy interesante artículo Elena
ResponderEliminarGracias Manuel Antonio! :)
ResponderEliminarMuy interesante y además trabajado. Y en tu opinión ¿lo tenían planificado desde el principio o fueron improvisando sobre la marcha?
ResponderEliminarFantástica pregunta, Luis: Yo creo que lo tenían todo preparadísimo y estudiadísimo desde hace tiempo, además. Son profesionales politólogos que han contado con intervención profesional en todo momento tanto para el diseño como la ejecución de toda la campaña electoral, tanto en redes sociales como fuera de ellas. Gracias por tu visita!!
EliminarMuy completo el post y con ayuda para hacer una buena estrategia en las redes sociales que nos ayuden a dar más visibilidad al negocio sin gastarnos demasiado en marketing, muy bueno Elena
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir esta ayuda ya que nos ayudará en un futuro seguro, enhorabuena por el blog y por todo el trabajo que haces
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGracias a vosotros por vuestra visita y vuestra opinión!
Eliminar